El emprendedor no nace, se hace. Suena a excusa cuando alguien argumenta que “no es emprendedor”, o que “no es creativo”… En todo caso, no ha desarrollado dichas capacidades. Pero se puede aprender a emprender, del mismo modo que se puede aprender a innovar, se puede aprender a investigar o se puede aprender cualquier cosa en la vida. Si el emprendedor “naciera”, estaría equidistribuido por todo el mundo… ¿cómo se justifica entonces que existan sociedades con una tasa de emprendimiento muy baja, y otras con una iniciativa emprendedora estratosférica? Si existiera un gen de la innovación, ¿cómo se justifica que todos los innovadores confluyan en California – y, muchos de ellos tengan procedencias internacionales-?
No es la genética lo que determina la capacidad emprendedora o innovadora. Tampoco es la geografía (existen clústers innovadores en zonas de clima mediterráneo –Silicon Valley, Israel- , atlántico –Massachussets- , ártico –Finlandia- o tropical –Singapur, Taiwan-…). Lo que determina la capacidad emprendedora o innovadora es la cultura donde el individuo está inmerso: el conjunto de comportamientos y creencias que guían sus actitudes y sus decisiones, las competencias que ha desarrollado en su proceso de aprendizaje, el referente social existente. En California, ser PhD en electrónica, montar tu propia empresa, crecer y financiar nuevas oleadas de emprendedores es el modelo social de éxito, el referente al que cualquier estudiante aspira.
Desarrollar un plan de empresa es un proceso metodológico que puede aprenderse. Es, de hecho, similar al desarrollo de una tesis doctoral: se deben elaborar una serie de hipótesis que han de contrastarse empíricamente. Sin embargo, mientras en una tesis doctoral el riesgo de llegar a conclusiones erróneas lo asume el propio doctorando –que puede ver cuestionadas sus hipótesis por futuras investigaciones-, el riesgo de que dicho contraste sea erróneo, en el caso de un plan de empresa, lo asume el accionista. Las hipótesis son relativas al mercado potencial, a la determinación de precios, a los movimientos de los competidores, a las preferencias de los consumidores, a los factores clave de decisión de compra. Cualquier dato debe ser rigurosamente contrastado, por el bien de los inversores. Y, para ello, existen metodologías probadas de análisis estratégico e investigación de mercados que constituyen potentísimos instrumentos de desarrollo de planes de empresa.
El management es un cuerpo de conocimiento científico, no un arte. La innovación, una disciplina. El entrepreneurship, una actitud vital soportada en un conjunto de capacidades y habilidades que pueden y deben entrenarse, por el bien de la sociedad del futuro.
Xavier, totalmente de acuerdo con tu reflexion. Uno puede ser guapo de nacimiento o feo, pero no hay ningun cromosoma que dirija el que uno nazca emprendedor. Si fuera asi se podría clonar a un emprendedor. Es la cultura del entorno,la educacion, y los maestros que han influido en tu comportamiento, los que despiertan el interés por el riesgo y las ganas de iniciar algo. Los que dicen que no son emprendedores, en realidad lo que son, es comodos.
Carles, quina alegria veure't per aquí! Tinc una trucada pendent per fer-te!
Una forta abraçada,
Xavier
Buen artículo.
El mundo del emprendedor es realmente muy complicado porque hay muchas fuerzas que van a estar en tu contra. La mayoría de personas les gusta el "status quo" y a pocos les gustan los cambios y mucho menos los grandes cambios que se dan a cada rato en Internet.
Lo único que puede hacerte prosperar como emprendedor, es trabajar duro y olvidarte de todas las personas que cada día te quieren poner obstáculos concentrándote en lo que te apasiona para darle más valor a la gente.
En el artículo que escribí hace poco, detalle la lucha que he tenido que llevar por años, aprendiendo a luchar contra estas fuerzas bastante oscuras para superar estos obstáculos y finalmente llegar a tener éxito.
No se debe desfallecer como emprendedor porque es el mejor aporte económico que puedes hacerse a tu comunidad y quién sabe: a todo el mundo, como lo han hecho los emprendedores más famosos del mundo.