David Yoffie, profesor de estrategia y tecnología de la Universidad de Harvard escribió hace unos años un magnífico libro, Judo Strategy, donde describe cómo pequeñas empresas han conseguido posiciones de dominio internacional utilizando estrategias competitivas similares a las del judo, dominando el terreno de juego en base a rapidez y flexibilidad, en lugar de tamaño o potencia financiera. La clave del éxito está en un conjunto de movimientos estratégicos que persiguen sorprender e inestabilizar al competidor, buscando un punto de apoyo para derribarle.
Un combate de judo es como una partida de ajedrez a ultravelocidad, donde los dos oponentes pretenden definir su espacio competitivo, determinar un punto de equilibrio propio, desequilibrar al adversario utilizando su propia fuerza, posicionarse bajo su centro de gravedad, y lanzar un ataque explosivo para derribarle en el momento más inesperado. La estrategia del judo, en sectores de alta tecnología, tiene mucho que ver con la emergencia de tecnologías disruptivas descritas por otro profesor de Harvard, Clayton Christensen, en su best-seller “The Innovator’s Dilemma”: a menudo, los nuevos entrantes, parten de posiciones mucho más débiles, obtienen puntos de apoyo en segmentos de mercado low-end, y desplazan al líder con movimientos inesperados.
Así, Honda invade el mercado norteamericano de la motocicleta partiendo de un segmento off-road, despreciado por líderes como Harley Davidson. Los PC’s eran productos de menores prestaciones que los mainframes –ordenadores corporativos- en sus orígenes, y los desplazan con la explosión del estándard IBM. Palm Computing no aparenta en principio amenaza alguna para potenciales gigantes como Microsoft -y es capaz de construir una plataforma de apoyo masiva bajo el centro de gravedad del propio líder: las aplicaciones ofimáticas portátiles. Una vez consolidados, dichos competidores posteriormente lanzan un ataque a gran escala desde puntos de apoyo inferiores, y consiguen finalmente hacerse con el mercado.
La historia de la industria demuestra que los gigantes han sido siempre vencidos por jóvenes start-up’s, mucho más rápidas y adaptativas ante el cambio tecnológico. La clave del éxito competitivo del siglo XXI pasará por la velocidad, la flexibilidad estratégica y la innovación. Los principios del judo pueden ayudarnos a comprender los movimientos ultra-rápidos de los sectores del futuro.
Para más info: Judo Strategy, 10 techniques for beating a stronger opponent
las artes marciales aplicadas al mundo empresarial. me recuerda a que tambien se ha dicho lo mismo de el arte de la guerra.aunque solo le veo aplicacion, en el ambito militar.