Hace pocos días, la gran empresa de comunicación Bloomberg hizo público su Ránking de Países Innovadores 2015. En el pódium, Corea del Sur, Japón, Alemania, Finlandia, Israel, Estados Unidos, Suecia, Singapur, Francia y el Reino Unido. El pelotón de cabeza es asiático, seguido de cerca por disciplinados germánicos y europeos del Norte, con USA luchando por mantenerse en la élite, y Francia y Reino Unido intentando no descolgarse
Es muy interesante ver cómo mide Bloomberg la capacidad de innovación de un país, en base a cinco indicadores: inversión en I+D, existencia de manufácturing avanzado, emergencia de empresas de alta tecnología, calidad de la educación, personal dedicado a la I+D, y generación de patentes. Para Bloomberg, «el mejor antídoto para la estagnación es la innovación, la creación de productos y servicios que hagan la vida mejor, ya sean aires acondicionados, vacunas o sistemas de mensajes de texto. Todos los países (aquí Bloomberg es muy optimista) luchan por crear una cultura de la innovación«. Y algunos han consolidado potentísimos ecosistemas innovadores, auténticas concentraciones de emprendedores, científicos, agentes financieros y empresas de alta tecnología capaces de irradiar sistemáticamente productos sofisticados y start-ups de alto potencial de crecimiento. Los parámetros que definen esos ecosistemas son:
Investigación y desarrollo: Indicador liderado por Corea del Sur, paradigma de país capaz de autopropulsarse mediante una combinación de políticas de soporte público e iniciativa privada. No olvidemos que en 1957, justo después de la guerra, Corea del Sur tenía un PIB como el de Ghana. Pero la I+D confinada en laboratorios de poco sirve para la prosperidad de un país. Según Bronwyn Hall, profesor emérito de economía de Berkeley, «un sistema como el francés, donde los científicos son empleados públicos que, pese a trabajar en prestigiosos centros, no tienen incentivos para comercializar los resultados de la investigación, es un sistema ineficiente«. Para Hall, un buen ejemplo es el de la National Science Foundation, de USA, donde el 94% de las ayudas a la investigación se destinan a equipos mixtos entre universidades y empresas. En Corea del Sur, empresas intensivas en I+D, como Samsung (con 14.000 millones de dólares de inversión en 2014), han modernizado la economía en su conjunto.
Manufacturing: Bloomberg mide como factor de innovación clave el valor añadido que genera la industria de un país. Sectores como la biofarmacia, la electrónica o la fabricación de vehículos son intensivos en conocimiento. Las empresas manufactureras ejecutan el 68% de la I+D norteamericana. Pero el líder mundial en este indicador es Suiza, con industrias farmacéuticas como Roche o Novartis en cabeza. China, pese a su intensa actividad manufacturera, puntúa en el número 41 en esta variable por tener todavía un mix industrial de bajo valor añadido.
Empresas de alta tecnología: Indicador liderado por Estados Unidos, debido al número de empresas líderes globales en alta tecnología. El gigante mundial es Apple, con una capitalización bursátil de 625.000 millones de dólares, seguida de Microsoft (377.000 millones) y Google (342.000 millones). China empieza a despuntar en este indicador, con monstruos como Tencent (internet y comunicaciones móviles), que alcanzan los 147.000 millones de valor en los mercados financieros.
Niveles de Educación: Bloomberg mide los porcentajes de población con diferentes niveles de educación, y si el tipo de educación dominante apoya directamente al sistema nacional de innovación (proporción de científicos e ingenieros entre la población ocupada, proporción de científicos e ingenieros entre el total de graduados, proporción de titulados entre la población ocupada, etc…). Corea del Sur lidera también este indicador.
Personal de investigación: Medido en personal destinado a I+D por millón de habitantes. El ránking es liderado por Finlandia, que tras el declive de Nokia, ha encontrado otro nicho internacional en el sector de videojuegos, con empresas líderes com Angry Birds. Los puestos de cabeza en este indicador son para países pequeños, que se han hiperespecializado en algún ámbito de la tecnología: Islandia (genómica), Israel (software), Singapur (electrónica) o Dinamarca (farmacia).
Patentes: Es un indicador comprometido, pues si bien las patentes estimulan la innovación al conceder derechos de explotación exclusivos al inventor, también es cierto que el sistema de patentes puede bloquear el progreso cuando la batalla tecnológica deriva en batalla jurídica. Actualmente, el sistema de patentes norteamericano está colapsado, con más de 5.000 demandas anuales, especialmente en sectores de electrónica y telefonía móvil. Corea del Sur, gracias a la actividad innovadora de Samsung, lidera también este indicador.
Hola: acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho la variedad de temas que tratas. Este informe cpn datos sobre los países más innovadores es muy interesante y significativo. En este momento me interesan mucho este tipo de reflexiones por lo que he creado un blog dedicado a los jóvenes y al uso que hacen de las nuevas tecnologías. Te invito a visitarlo: http://cativodixital.blogspot.com.es/ Si quieres seguimos en contacto. Yo ya me hice seguidora de tu blog.
Gracias, Marta. Un fuerte abrazo!