Hace pocos días hemos recibido el duro golpe de la cancelación del Mobile World Congress previsto para finales de febrero en Barcelona. Todavía aturdidos por la noticia, es momento de reflexionar sobre las capacidades diferenciales de la ciudad para albergar un congreso de la importancia estratégica del Mobile.
¿Tiene condiciones Barcelona para ser el escenario de un evento de estas condiciones? Lo cierto es que el congreso podría ser sólo una singularidad desconectada de la realidad industrial y tecnológica del territorio. Pero Barcelona acumula condiciones innatas para que el MWC sea la guinda de un pastel mucho más atractivo, el buque insignia de una potente industria electrónica y digital local para cuya eclosión existen los ingredientes básicos. Para discernir si Barcelona es un lugar idóneo para el desarrollo de esa industria, podemos acudir a los referentes del “diamante competitivo” de Michael Porter. El famoso profesor de Harvard postuló un modelo que permitía analizar el grado de idoneidad de un territorio para el desarrollo de una industria competitiva y exportadora, en base a las siguientes variables:
Condiciones de los factores: Barcelona es una ciudad atractiva, con calidad de vida, oferta cultural, belleza arquitectónica, gastronomía extraordinaria y clima inigualable. Es un lugar óptimo para la atracción del talento emprendedor, directivo, tecnológico e inversor. Una ciudad que genera también gran talento endógeno: sus universidades y escuelas de negocio forman profesionales reconocidos internacionalmente. Disponemos de un sustrato técnico de capacidades ancladas en el territorio que provienen de la primera revolución industrial. Una tradición fabril y manufacturera que ha llegado a nuestros días. Y, en los últimos años ha nacido, como colofón a todo lo anterior, un potente clúster de emprendedores digitales.
Condiciones de la demanda: La población catalana es demandante exigente de tecnología digital. La penetración de internet es del 99% en la población entre los 16 y los 45 años. El uso de canales digitales para el comercio se extiende al 40% de empresas de más de 10 trabajadores. Catalunya es una de las comunidades más digitalizadas de uno de los países más digitalizados de la Unión Europea. A nivel individuall, el uso del móvil, de redes sociales y de aplicaciones digitales está extendido a la práctica totalidad de la población. Barcelona dispone de una demanda sofisticada y avanzada de servicios digitales.
Estrategia, estructura y rivalidad de la industria: La industria digital cuenta en Catalunya con más de 15.000 empresas, 106.000 empleados, y 17.000 M€ de facturación; y es uno de los sectores de mayor crecimiento de la economía catalana (27% en el número de empresas desde 2013). Empresas como HP, Fujitsu, Cisco, Canon, Lenovo, Epson, Ricoh, Xerox, Microsoft, u Oracle, entre muchas otras, mantienen centros en Barcelona. El potente sector de automoción, con SEAT a la cabeza, se encuentra en pleno proceso de transformación digital, fusionándose con la industria TIC. A las empresas consolidadas, se suman más de 1.300 startups, impulsadas por una ola de actividad emprendedora liderada por instituciones emblemáticas como Barcelona Tech City que ha posicionado Barcelona como gran hub de emprendimiento digital europeo. El increíble liderazgo de esta institución ha permitido, en tiempo récord, organizar el Barcelona Tech Spirit, paliando así el impacto de la cancelación del Mobile.
Instituciones relacionadas y de soporte: El entorno de Barcelona es, además, un inmenso laboratorio científico y de innovación, con centros de investigación de élite como el Barcelona Supercomputing Centre (que albergará en breve un nuevo supercomputador Mare Nostrum), el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), el Centro Nacional de Microelectrónica de Bellaterra, el Sincrotrón Alba, el Centro de Tecnologías de Telecomunicaciones (CTTC) o el Centro Tecnológico Eurecat. Entidades que pueden proporcionar la investigación básica, el prototipado y el escalado industrial de nuevas generaciones de tecnología de semiconductores, dispositivos electrónicos y computación digital.
Con estas extraordinarias condiciones de contorno, no es de extrañar que la GSMA, organización que representa los intereses globales de los operadores de telecomunicaciones, eligiera Barcelona como uno de los escenarios clave de sus congresos internacionales, junto con Los Ángeles y Shanghái. Tardaremos en saber qué cúmulo de circunstancias han llevado a la anulación del congreso de 2020, más allá de la crisis del coronavirus. Quizá la reciente guerra tecnológica entre EEUU y China por el control de las redes 5G tenga algo que ver. El coronavirus podría ser una excusa más para golpear a Huawei con la deserción de empresas americanas del MWC de Barcelona, en el escenario de una Europa que es hoy tierra de nadie tecnológica, y que debe reencontrar su voz propia en un nuevo mundo polarizado.
Pese al extraordinario substrato emprendedor y tecnológico de Barcelona, la ciudad también debe reencontrar su lugar en el nuevo escenario global. La competitividad se ganará día a día, en un mundo de constantes disrupciones tecnológicas y geopolíticas. Hay que volver a luchar por el Mobile World Congress. Pero hay que asegurar que éste sea una pieza más en un sistema integrado y conectado, en el seno de una densa y vibrante red de instituciones y proyectos de alta intensidad tecnológica, liderada por unas administraciones coordinadas y leales, con talento directivo y político, visión estratégica, generosidad y recursos dedicados a construir una verdadera economía digital de la innovación en Barcelona. Los ciudadanos debemos exigir que esto sea así.
Somos administradores de una acumulación de conocimiento y de esfuerzo innovador que ha costado décadas de trabajo intenso. Supimos estar a la altura en el 92. Los Juegos Olímpicos de Barcelona abrieron la ciudad al mundo e inauguraron varias décadas de prosperidad y de excelente posicionamiento global. Es el momento de recuperar el espíritu olímpico para convertir Barcelona, de verdad, en el gran hub tecnológico del Sur de Europa.
(Artículo publicado originalmente en ESADE Do Good Do Better)
Encuentro muy acertada la aplicacion del diamante de Porter para explicar el por qué Barcelona tiene una alta competitividad para colocarse como el hub tecnológico del Sur de Europa.
No había pensado que el tema del coronavirus podía ser una excusa para entorpecer la penetracion del 5G en Europa. Ahora que Ud lo explica, la hipótesis me luce plausible.
Felicitaciones y adelante.