Un blog para los apasionados de la Innovación 6.0

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¿Por qué fracasan los líderes?

Daron Acemoglu y James Robinson, recientes premios Nobel de economía, escribieron el bestseller “¿Por qué fracasan los países?”, en el que sostienen que el éxito o fracaso de las naciones no se debe al clima, la geografía o la cultura, sino a la calidad de sus instituciones. Instituciones inclusivas, que responden a una meritocracia limpia, y dejan margen al liderazgo autónomo y a la libertad creativa, son capaces de generar crecimiento y prosperidad. Instituciones extractivas, dirigidas por burócratas y grupos de interés parciales, llevan a la pobreza y al fracaso. Curiosamente, las tesis de Acemoglu y Robinson se asemejan a las de clásicos de la innovación como Clayton Christensen, autor de “El dilema del Innovador” y padre de la teoría de la innovación disruptiva. Todo es igualmente válido en el mundo de la empresa. Un management cerrado y de corto plazo es la principal amenaza para la supervivencia de una compañía. Del mismo modo que países, democracias y civilizaciones de éxito mueren colapsadas por sus fallos internos; empresas de referencia fracasan por sus propios vicios y automatismos, y son sustituidas por jóvenes y flexibles startups que arriesgan más (y tienen menos que perder). Acemoglu explica cómo las sociedades prósperas fomentan la creatividad y la innovación, permitiendo que el poder se distribuya ampliamente, mientras las instituciones extractivas concentran el poder. Christensen describe cómo un liderazgo rígido y controlador genera parálisis y reprime el crecimiento. ¿Por qué empresas de éxito fallan estrepitosamente ante cambios del entorno? (1) Porque ejercen un management extractivo. Un management sin visión de futuro, volcado en exprimir el margen económico del negocio actual, abusando de posiciones dominantes, presionando proveedores, externalizando y deslocalizando operaciones, sustituyendo empleos cualificados por empleos precarios, y fomentando la rivalidad y competencia interna. Con ello, se lamina el capital social (confianza) e intelectual (conocimiento) y se estrangulan las fuentes de valor. (2) Porque constituyen núcleos de poder que se autoprotegen, priorizando su propia supervivencia sobre los objetivos estratégicos de la compañía. Las instituciones inclusivas generan prestigio, al comportarse de forma transparente y crear igualdad de oportunidades, mientras que las extractivas persiguen el beneficio de quienes detentan el poder, cuyo único objetivo es mantenerlo a toda costa. (3) Porque solo gestionan el corto plazo: Las instituciones que priorizan el beneficio rápido sobre la inversión paciente a largo plazo renuncian al desarrollo sostenible y a la innovación. En los países, el corto ciclo político (4 años) evita la toma de decisiones estratégicas y antipopulares, aunque sean necesarias. En las empresas, para mejorar las cuentas trimestrales no hay nada mejor que posponer la innovación. Tanto Acemoglu como Christensen constatan que políticos y directivos extractivos tienden a aferrarse a los modelos y estructuras preexistentes, en lugar de abordar transformaciones imprescindibles (aunque dolorosas) o invertir en nuevas áreas más inciertas y arriesgadas (4) Porque caen en una trampa de competencias. Igual que muchos países son incapaces de evolucionar por autocomplacencia (creen que su nivel de desarrollo está garantizado), las empresas quedan atrapadas por la excelencia del pasado, que justifica el inmovilismo del presente. Los directivos son “buenos” porque han demostrado éxito en cosas que ya son obsoletas. Las empresas quedan presas en una red de valor, una especie de tela de araña: los accionistas se preguntarán por qué no seguir invirtiendo en lo mismo, si hasta ahora han ganado dinero con ello. Los directivos no querrán cambiar, pues temen quedar en evidencia o perder status quo en una nueva situación. Los empleados tendrán miedo a ser desplazados. Nadie quiere cambiar. La organización avanza hacia el futuro mirando por el retrovisor. (5) Por una gestión orientada al control: Instituciones y empresas son pobladas por directivos castradores que no crean nuevo valor, sino que ostentan el poder por el control permanente, bloqueando ideas emergentes e impidiendo desviaciones sobre la norma, en lugar de apoyar iniciativas diferenciales. Cualquier propuesta espontánea es cuestionada y requiere permiso y supervisión. (6) Por expulsión de talento: Las instituciones y empresas extractivas fracasan cuando los directivos responden a consignas únicas del líder, eliminando todo pensamiento crítico. El talento requiere espacios organizativos para crecer. No soporta a los directivos autocráticos, que acaban rodeados de mediocres y aduladores. Quien puede irse, se va. (7) Por fragmentación y creación de silos. Las instituciones y empresas fracasan cuando no existe coordinación administrativa, comunicación, ni visión común. Cuando se constituyen silos (departamentos) estancos que responden a intereses parciales, generando subculturas corporativas que llevan a la rivalidad y competición interna. El enemigo está en casa. (8) Por el triunfo de la burocracia. Las instituciones y empresas fallan cuando se sacrifica el sentido común en el altar del proceso rutinario. Las cosas se hacen así porque siempre se han hecho así. Los burócratas atraen más burócratas que les auxilien, que a su vez crean más procesos y controles para autojustificarse. Se pierde de vista la generación de valor para el usuario final (cliente o ciudadano). En las grandes corporaciones, se incrementa la distancia entre las señales del entorno y los centros de decisión, y se retardan letalmente las decisiones críticas.

En resumen, las organizaciones fallan cuando adoptan visiones cortoplacistas, estrategias rígidas, estructuras inflexibles, incentivos que desalientan la innovación, y estilos de management opresivo. Los líderes empiezan a morir cuando se tornan autocomplacientes e ignoran los cambios del entorno, cuando dejan de liderar para únicamente mantener lo preexistente. Jack Welch decía que “si el ritmo de cambio de una empresa es inferior al de su entorno, el final de la empresa está a la vista”. La única pregunta que resta es cuándo será el final.

(Artículo inicialmente publicado en La Vanguardia). Imagen: ChatGPT

4 responses to “¿Por qué fracasan los líderes?

  1. Hola Xavier:

    No puede estar mejor explicado. Da gusto leerle. Es tan ilustrativo. Su capacidad de explicar lo complejo de manera sencilla sin perder rigor ni marear la perdiz, es sublime. Y no soy de regalar el oído. Es que se le gana usted a pulso.

    Es el exacto diagnostico de España en particular y Europa en general. Vamos del BMW a las alpargatas de cabeza. Es la evolución , unos avanzan y otros se quedan atrás. La tecnología no espera a nadie.

    Para muestra por contraste Doña Diana Morant y Usted, se parece lo que un huevo a una castaña. Es que el tema no hay por donde cogerlo. Meritocracia en estado puro. El PSOE es un desastre pero el PP no va le va muy a la zaga francamente, hay Doña Ayuso o el señor Feijoo que no sabe ni ingles 2025. El horizonte tiene un color negro hormiga, pero muy hormiga.

    No soy del catastrofismo apocalíptico porque si, pero es que aplicando sus valiosas lecciones, y lo poco que yo se de la vida en general y como va el mundo, de verdad , la situación, nuestra `prosperidad como país y como región ( me refiero a Europa ) es muy lamentable y preocupante, a mi modo de ver objetivamente el tema no tiene discusión.

    No conocía el plan de EEUU de los 500.00 millones, pero vamos no me extraña, porque con sus errores, muchos menos que Europa sin duda, son ganadores y quieren seguir ganando la conquista de las mercados internacionales. A la hora de la verdad me parece que USA son prácticos, cuando les conviene el ultraliberalismo son fanáticos y les conviene proteccionismo pues lo mismo. La cuestión es que desde la II GM que empezaron con el 50 % de la tarta mundial y no se han bajado del 25 % conforme el mundo se recupero, incluso después con la entrada de China. Europa hablan por si solo, seguimos excavando en el fondo del pozo.

    Con unas narrativas y unos argumentarios, que dan vergüenza. Inmigración ilegal descontrolada normalizada, creyéndose el cenit de la civilización, que si los derechos , que si no se que, con un gasto social insostenible por anticompetitivo dada la naturaleza de nuestros rivales, etc , etc. Esto que he expresado es solo arañar la superficie, penetrando en la esencia de las cosas pues que lo voy a contar yo que usted no sepa y mucho mejor que yo y de muchas más su elevada instrucción y experiencia, profesional y académica.

    Insisto , no soy pesimista como actitud general. Por un principio de mera supervivencia per, los pesimistas nunca han ganado una guerra. Esto es a nivel mega micro, esto yo como individuo, créame , créame , estudio ingeniería industrial y me encantaría ser empresario. Pero tampoco me emociono, se que es muy difícil triunfar, al menos me doy el placer de aprender tecnología en un mundo tan tecnológico e interesante, me encanta canal odisea. Al menos no me conformo con estar moviendo papeleo sin trascender verdaderamente significativo. Me gustan las con inconformismo constructivo e ilustrado, sobre de acción. No de quejarse y no estar dispuesto a mover ni el dedo meñique. Formarse creo que es parte de la solución. E intentar aprender todo lo posible de de referentes de la máxima excelencia posible. Tipo usted. Michio Kaku , Bezos y largo etcétera

    Disculpe la parrafada, pero es que me ayuda a desahogarme y descomprimir, en general no hay mucha con la que uno pueda hablar estos temas en serio. Hay mucha gente encantada de conocerse sin motivo, otros que piensan que esto es bambi en el país de las maravillas, y así un espectro enorme de personas sin criterio pensando que son el cenit de la civilización. Y yo no soy ni me creo nadie, pero intento tener cierto espíritu critico primero conmigo y luego con lo demás. No soy funcionario por vocación es por necesidad dado el mercado laboral español. No me conforme con eso, y por ello estudio ingeniería industrial por que a largo plazo, unido a los conocimientos y contables y jurídicos que tengo ya ,son ingredientes para generar un caldo de cultivo que quizá devenga en empresa propia o en contribuir a empresas de base tecnológico y alto valor añadido el día de mañana. Insisto no me conformo con estar aquí y no tengo un mal sueldo como Inspector de Hacienda. Pero no es mi punto de llegada en la vida. Es mi punto de partida.

    Para terminar, termine de perder casi toda la fe, cuando Alemania y Holanda , (no es por nada pero soy medio alemán, tengo apellido alemán, conozco algo el país, lamentablemente perdedor absoluto de la 3º revolución industrial, léase economía digital) por decir los países más sensatos tradicionalmente a mi modo de ver º, me refiero valía de su estructura productiva, calidad institucional, gestión económica publica ( de esto ultimo destacaría desde la crisis financiera al covid bajaron significativamente su deuda publica, vamos igualito que el señor de la barba aquí en España , y me considero liberal conservador, no es atacar por atacar sino criticar constructivamente ) A lo que voy cuando tragaron con 750 000 millones , primera deuda comunitaria, con unas narrativas, argumentarios y promesas y que íbamos a ser de lo bueno , lo mejor, de lo mejor lo superior. Digo quizá han visto la luz debido al declive tan acusado , y harán planes tipo de 300.000 millones de Biden para industrias estratégicas, conforme china en i +d según el ministerio de Japón.

    Ya hemos que de eso nada de nada, cuatro placas no se que rollo sostenible, y tal, más de lo mismo. Ríos de dinero a la basura, pagando un coste de oportunidad estratosférico. El BMW lo dejamos hace mucho y las alpargatas las tenemos a la vuelta de la esquina, y aun asi todos encantados de conocerse, que buenos somos que bien lo hacemos. Vamos como si pudiéramos atar con longaniza que se decía antes.

    A mi me da una vergüenza ajena enorme y imagino que a usted que es su de área expertise la magnitud debe ser astronómica.

    Perdone tanto desahogo. Muchas gracias don Xavier, es usted un maquina. Siga asi, tocando temas tan interesantes y dandonos alimento intelectual de primera calidad en estos foros divulgativos. Ya me conoce. Da gusto leerle , siempre aprendo. Muy didactico y muy sintetico. Echo de menos más conferencias como las de ametic de 2018 y 2019, decir que lo borda allí es decir poco.

    Un abrazo grande señor. Nunca se desanime por favor

    1. Muchas gracias, querido amigo. Ahí estaremos, martilleando donde sea necesario para impedir que nuestro maravilloso país y nuestra querida Europa caigan en la decadencia y en la miseria.

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