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Se ha publicado el nuevo informe “Science, Research and Innovation in Europe, 2020”, un extenso documento que analiza en profundidad el estado de las cadenas de valor del conocimiento y la tecnología en Europa, en un momento en que éstas se van a situar indiscutiblemente en el centro de la prosperidad, la seguridad y la competitividad global en la era post-Covid.
Destaco el gráfico que adjunto. En un reciente post ya presentaba el mapa de intensidad tecnológica en Europa (ver aquí). Los países del Sur aparecían como auténticos desiertos tecnológicos. En el gráfico que acompaña este post vemos como ha crecido la I+D en Europa durante la última década. Vemos como los países nórdicos siguen apretando el acelerador (a excepción de Finlandia, cuyo reinado en el mundo de la innovación parece en cuestión). También Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y el Reino Unido progresan notablemente. Vemos como los países del Este también aprietan, intentando acercarse a la media de competitividad europea. Incluso nuestros desventurados amigos italianos intensifican sus esfuerzos. Como Grecia o Portugal. La practica totalidad de países europeos parecen, como mínimo, intentar avanzar en sus indicadores de innovación. ¿Todos? No… una península irreductible del Sur parece resistir la revolución tecnológica, quizá ensimismada en su riqueza natural de sol y playa.
Ya sabíamos que habíamos perdido una década. Las inversiones en I+D sobre PIB en la mayor parte de territorio español son hoy inferiores a las de 2009. Mientras muchos soñamos con una reconstrucción enfocada en el refuerzo competitivo de la industria y la tecnología, nos llegan noticias de que centros de investigación catalanes pierden inversiones europeas por la reasignación de recursos para pagar la factura de la pandemia. Muy malas noticias. Es tan importante mantener inversiones estratégicas en investigación como completarlas con inversiones equivalentes en transferencia e I+D industrial.
También lo sabíamos hace años, pero en el mundo post-Covid, esto será mucho más importante: no compiten las empresas solas en los mercados, ni los centros de investigación. Compiten los sistemas nacionales de innovación, que establecen rápidas cadenas de valor de tecnología desde el laboratorio hasta el producto de alto valor. No son las empresas chinas las que están haciéndose con el dominio mundial. Es el sistema de innovación chino en su conjunto, que las impulsa, creando sistemáticamente campeones nacionales. No son las empresas alemanas las que exportan. Es el sistema nacional de innovación alemán que, a través de sus estrategias de alta tecnología crea flujos sistemáticos de conocimiento orientado a generar producto de alto valor exportador. Las empresas, generadoras de empleo de calidad, son los agentes operativos de estos sistemas de innovación. En nuestro caso, no existen sistemas consolidados de innovación. Existen agentes, instrumentos, y fondos dispersos. Sin estrategia ni objetivos conjuntos. No están creados esos sistemas, aunque algunos (quizá demasiado pocos) todavía los esperamos.
Apreciado Xavier,
Como siempre fantástico análisis…
Que podemos hacer la gente? Como podemos federar nuestras inquietudes, que iniciativas podemos tomar? Una carta a la autoridad in/competente para exigir que asignen correctamente los Feder? Para empezar…
En un periodo de transición, queda claro que paises son pioneros, y que paises no se adaptan y van a remolque. En realidad el estado con sus reformas o no reformas, con su politica industrial o no politica industrial, incentiva. Si tienes la suerte de estar en un sector donde recibe ayudas siempre es más facil ser lider. Pero una cuestión es tener un proyecto a largo plazo, un plan de desarrollo, una politica industrial a medio y largo plazo,y otro tema es «disparar» recursos para que un sector «elegido» se salve, esto es solo supervivencia y acciones en el corto plazo de salvamento.
Si la energía, que ponen en discutir los políticos,en el congreso,se emleara en estrategias de innovación,¡cuánto bien nos haríamos! Y todos juntos, claro!