Como en los últimos años, mi buen amigo Guillermo Dorronsoro me alerta de la publicación del R&D Funding Forecast anual de la revista R&D Magazine, uno de los informes anuales de referencia y más esperados en el universo de la innovación y la tecnología. Como titulares, cabe destacar que la inversión global en I+D asciende ya a 2’3 billones de dólares, con un crecimiento del 3’6% en 2018. China sigue con su imparable trayectoria ascendente. Invierte 500.000 millones, y ejecuta ya el 22% de la I+D mundial. En el último año, ha incrementado su inversión en 22.000 millones. Cabe recordar que la inversión China en I+D hace 25 años era “negligible” según la propia revista, que publica este informe desde 1959. Asia es el continente líder, sin sombra de duda. En Asia se ejecuta ya el 44’2% de la I+D global. En América del Norte, el 27%. En Europa, sólo el 20%. Hoy Europa es el Finisterre romano: el fin del mundo, un continente fragmentado y debilitado situado en el extremo occidental de un mapamundi cuyo centro de gravedad, indiscutiblemente, está en Asia. Aunque EEUU sigue manteniendo un esfuerzo en I+D equivalente al 25% mundial (mantiene el liderazgo), China, con un 22% le superará muy pronto. Japón se mantiene (8’3%) en el pelotón de cabeza, y únicamente Alemania (5’3% de la I+D global) sustenta el pabellón europeo a una cierta altura. Con sólo el 11% de la población europea, Alemania es responsable del 17% de la producción, y del 26% de la I+D del viejo continente. Tras ella, en el ránking mundial, aparece otro gigante asiático: Corea del Sur (4% del esfuerzo global), que se destaca claramente como líder en intensidad tecnológica relativa (I+D/PIB), con un 4’3%. Recordemos que, en esa categoría (I+D/PIB), los campeones del mundo son Corea del Sur (4’3%), Israel (4’05%), Japón (3’5%), y Finlandia (3’5%).
La América de Trump parece que reacciona ante la brutal presión China. EEUU prevé invertir 580.000 millones de dólares en I+D en 2019, con un incremento del 2’7% respecto a 2018. Los fondos federales para I+D tendrán los mayores incrementos en 10 años. EEUU cuenta con las cinco empresas más intensivas en I+D (Amazon, Google, Apple, Microsoft y Facebook), cuya inversión agregada supera los 95.000 millones (más que cualquier país, excepto China, Japón y Alemania). Estas empresas encabezan el sector que sigue liderando la carrera tecnológica: el de informática y comunicaciones, con más de 240.000 millones de inversión.
Pero, aun así, el informe prevé que en 2024 China sea el país en cabeza en I+D global. Con una muy agresiva política tecnológica, China cuenta ya con más personal destinado a la investigación que EEUU (1’6 millones versus 1’4 millones), y genera cuatro veces más patentes por año (1’2 millones versus 400.000). Las publicaciones chinas significan el 23% de las publicaciones científicas internacionales. La universidad de Tsinghua ya es la 6ª en los ránkings, tras Stanford. La inversión en I+D china crece al 7% anual, y su estrategia progresa hacia el control de la ciencia básica. Recientemente, se ha anunciado la construcción del nuevo China Electron Positron Collider, un anillo acelerador de 100 Kms de circunferencia que hará palidecer el Large Hadron Collider (CERN) de Ginebra, hoy el mayor acelerador de partículas del mundo, con 27 Kms. Y todo parece indicar que la próxima guerra fría se producirá entre EEUU y China en el campo de la inteligencia artificial. China lidera las investigaciones científicas en este ámbito. Ante la amenaza, Donald Trump acaba de firmar una Orden Ejecutiva para acelerar el liderazgo americano en inteligencia artificial, declarando que «es la política del Gobierno de EEUU mantener e incrementar el liderazgo científico, tecnológico y económico en investigación y despliegue de la AI a través de una estrategia coordinada del Gobierno Federal».
El centro del mundo se desplaza hacia Asia, hoy el auténtico driver de la I+D mundial. China va a convertirse en un imperio científico, tecnológico e industrial como jamás ha conocido la humanidad. El tecnonacionalismo chino está conquistando el planeta. EEUU no renuncia a dejarse batir, cogiendo nuevo impulso en la carrera tecnológica. ¿Y Europa? ¿Camino de ser una colonia asiática? Estamos a tiempo de relanzar una estrategia continental de tecnología e industria. No perdamos ni un día más.